Sumergida en el verde de las colinas del Monferrato, la Tenuta Beatrice recibe a sus visitantes en una casa de tres familias de dos pisos, rodeada de un extenso jardín de 5. 000 m² con árboles, prados cuidados y rincones dedicados al descanso. Ubicada en Castell’Alfero, en una zona animada y bien servida, es de fácil acceso incluso en transporte público, gracias a la parada de autobús a pocos metros. Este lugar es ideal para quienes buscan tranquilidad y naturaleza, sin renunciar a la comodidad de los servicios urbanos.
El corazón de la propiedad es el área exterior: una piscina de agua salada, abierta desde mayo hasta mediados de octubre, equipada con tumbonas, ducha, un patio amueblado y una cómoda casa de piscina con nevera y cocina, perfecta para refrescarse o almorzar al aire libre. El jardín privado ofrece espacios reservados y bien cuidados, mientras que toda la tenencia está vigilada discretamente por el propietario, Claudio, quien vive en el lugar con su perro y se encarga del mantenimiento de la piscina. Para quienes llegan en coche, hay un aparcamiento interno disponible, así como un espacio para guardar bicicletas.
El apartamento “Giada-Viola”, situado en la planta baja, se extiende por 150 m² y se caracteriza por ambientes acogedores y funcionales. La sala de estar con comedor cuenta con una estufa sueca y TV, y da a una terraza amueblada de 30 m², ideal para desayunos al aire libre o momentos de relax. La cocina, completamente equipada, incluye horno, fogones a gas, tostadora, hervidor y cafetera eléctrica. La zona de descanso dispone de dos habitaciones dobles, una habitación con dos camas individuales y una habitación de paso con un sofá cama doble. La comodidad se completa con dos baños con ducha, una lavadora, conexión Wi-Fi gratuita y una cuna para bebés.
A pocos minutos a pie del centro del pueblo y con un supermercado y un restaurante cercanos, la ubicación de la tenencia es perfecta para explorar Asti, a solo 12 km, y Alba, conocida por su famoso festival de trufas, a 43 km. La estancia incluye un desayuno de bienvenida la primera noche, como símbolo de la cálida hospitalidad que ofrece Claudio, un funcionario público apasionado por la naturaleza, el deporte y las tradiciones locales.